Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo

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“Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.”

Mateo 6:10b (RVC)

Texto en el griego: [σοῦ θέλημα γίνομαι ἐπί γῆ καί ὡς ἐν οὐρανός]; Pronunciación en el griego: [thelēma ginomai epi gē kai hōs en ouranos]

Seguimos aprendiendo sobre el “Padre nuestro”. En esta sección analizaremos el versículo 10 en su segunda parte (b) donde nuestro Señor Jesucristo expresa “Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.” Uno de los puntos clave en esta parte es la palabra voluntad -> [θέλημα – thelēma] el cual expresa lo que DIOS desea y ha determinado que se debe hacer, estos pueden ser sus preceptos, mandamientos o en otras palabras las instrucciones que Él ha dado para que nuestra vida goce de un futuro y una esperanza en compañía de Él (Jeremías 29:11). Jesucristo mismo vivió de esta manera y nos lo hizo saber en Juan 4:34 donde dijo “«Mi comida es hacer la voluntad [thelēma] del que me envió, y llevar a cabo su obra.” (RVC), para Jesus el thelēma de DIOS, es decir la voluntad del Padre era tan importante para su vida como la comida diaria para su cuerpo; tan importante y valiosa para su vida que justamente estaba dispuesto a dejar a un lado sus deseos y miedos por agradar a DIOS haciendo Su voluntad al ir a la cruz por ti y por mi Lucas 22:42 (RVC) “Y decía: «Padre, si quieres, haz que pase de mí esta copa; pero que no se haga mi voluntad [thelēma], sino la tuya.»” (Ref. Juan 6:38). Así que la voluntad de DIOS es esencial para la vida de un cristiano. ¿Dónde la encontramos es la gran pregunta? De acuerdo con las escrituras, Jesucristo nos dice que la voluntad de DIOS se encuentra en la enseñanza de DIOS Juan 7:17 (RVC) “El que quiera hacer la voluntad [thelēma], de Dios, sabrá si la enseñanza [διδαχή – didachē] es de Dios…” didachē significa la enseñanza, aquello que enseña DIOS concerniente a los temas de importancia para vivir de acuerdo con su voluntad. En pocas palabras, La Biblia. Ahí encontramos su voluntad. Ahí es donde la encontró nuestro Señor cuando oraba en Getsemaní, su respuesta fue clara y la encontró en las escrituras como el Salmo 22:14-18 o Isaías 53:5 RVC “…él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga seremos sanados.”. Estaba claro, Jesus recordó las escrituras. Había que hacer la voluntad del Padre, ella ya estaba escrita desde antes de su llegada y era hora de practicarla para traer salvación a muchos.

Cuando oramos y Jesus nos enseña esta frase “Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo” nos enseña que en el cielo se hace la voluntad del Padre sin lugar a duda y así como se hace la voluntad del Padre en el cielo que también se llegue a cumplir en toda la tierra. Esto comienza con un cambio personal de poner en practicas las escrituras y vivir para El. Entonces diremos con confianza: “Señor, así como se hace Tu voluntad en el cielo, así también yo la quiero hacer en este mundo, ayúdame a practicar Tu instrucción y enseñanza, quiero vivir de acuerdo con Tu Palabra [Tu didachē].” En la oración judía del Amidá que muy probablemente estuvo practicándose en el primer siglo encontramos algo parecido:

<<Tu de manera bondadosa favoreces al hombre con conocimiento y enseñas a los mortales el entendimiento. Favorécenos con conocimiento, entendimiento y prudencia. Benditos seas Tú, Oh Señor, Quien nos favorece con conocimiento. Regrésanos, Señor a tu Tora (instrucción) y acércanos, nuestro Rey, a Tu servicio. >>

Te animo a que nos esforcemos en hacer la voluntad del Padre y esta se vuelva una convicción tan importante que podamos decirle a nuestro Padre al igual que nuestro Señor Jesus expresaba… “Tu voluntad, Tu thelēma, es mi alimento”.

Lic. David Pineda

 


Referencias bibliográficas: Blue Letter Bible (Traducciones al Griego y Hebreo); Un viaje a través de la oración Judía del Amida por el Dr. Eli Lizorkin-Eyzenberg; Bible Gateway


 

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