La oveja engañada

La oveja engañada

10 »Tengan cuidado de no menospreciar a uno de estos pequeños, porque yo les digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. 11 Porque el Hijo del Hombre ha venido a salvar lo que se había perdido. 12 ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde [πλανάω – planaō], ¿no deja las otras noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se ha perdido? 13 Si llega a encontrarla, de cierto les digo que se regocijará más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se perdieron. 14 Del mismo modo, el Padre de ustedes, que está en los cielos, no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños. Mateo 18:10-14 (RVC)

Mateo nos da una perspectiva muy interesante de esta parábola diferente a la que nos da Lucas en su evangelio. En el caso de Mateo la traducción en el griego para “Se pierde” [πλανάω – planaō] seria “Ser engañada, ser guiada hacia el error y el pecado, estar perdida” Una mejor forma de reformular la traducción seria algo así: “Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas es engañada, ¿no deja las otras noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se ha perdido?”. Es por eso que a esta parábola si le pudiéramos dar otro nombre basado en este significado tal vez le podríamos poner “La parábola de la oveja engañada”. En esta parábola podemos alcanzar a ver 5 personajes o audiencias, el Padre que está pendiente de las ovejas ya que son suyas, el pastor quien es el responsable de cuidarlas, la oveja engañada, las 99 ovejas que están juntas y quien engaño a la oveja. Estamos seguros de que alguien tuvo que engañarla para alejarla del rebaño, ya que las ovejas por naturaleza no son muy astutas. Ahora reflexionemos un poco en el escenario. Imaginémonos estar en un campo donde las 100 ovejas están distribuidas a lo largo y ancho. He pasado por campos así en La Paz, Bolivia y he visto en un campo alrededor de 30 aproximadamente y créeme que no es tan fácil saber si falta una cuando vemos el campo en toda su extensión, no me puedo imaginar tener 100 y saber si una falta. Sería casi imposible. Mas sin embargo si las contamos una por una creo que podríamos saberlo. En ese caso el pastor es probable que las tuvo que haber contado, una por una y probablemente más de una vez, para darse cuenta de que falta una oveja de las 100 dispersas por todo el campo. Esto nos lleva a una enseñanza importante, cada oveja cuenta y es valiosa. Otras de las enseñanzas claves que puedo notar en esta parábola es que el pastor es el responsable de la oveja independientemente de quien la haya engañado y alejado, el está a cargo del rebaño y cuando se da cuenta emprende una búsqueda inmediata. El pastor la pierde, pero es proactivo y va en búsqueda de ella. Por último, podemos concluir que la parábola tiene varios personajes importantes, no solo la oveja, pero también el pastor. El cual se da cuenta que ha perdido algo de valor para él. Para el pastor el rebaño está incompleto sin esa oveja. Reflexionemos, ¿Sabemos a quién o qué hemos perdido? (v.11) ¿Cuándo fue la última vez que contamos a aquellos que estaban presentes en vez de asumir que todos estaban presentes? ¿Tomaremos responsabilidad por lo que se perdió? ¿Haremos el esfuerzo para encontrar aquello o a él o ella – otra vez?

Lic. David Pineda

 


Referencias bibliográficas: Libro: “Historias cortas por Jesus” por Amy-Jill Levine; Blue Letter Bible (Traducciones al Griego); Bible Gateway


 

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